Entrevista a Martín Lobo por su novela Diario de Martín Lobo, premiada como Mejor Novela del Año en los II Premios Narrativa Gay 2010:
¿Qué se siente al ganar el Premio Narrativa Gay a la Mejor Novela del Año?
Un hormigueo muy curioso, muy estimulante, muy caliente… Es una inyección de ego que me ha sentado muy bien. Y es una recompensa al trabajo de escritor; después de tantos meses haciendo algo tan íntimo, tan solitario, y tan incomprendido, es todo un halago que a la gente le guste el resultado final. Además, voy a cambiar de casa dentro de unos días, y el premio va a ser uno de los primeros ‘objetos’ decorativos que coloque en alguna estantería. Siempre me dio envidia Susan Sarandon, que en las entrevistas decía que su Oscar descansaba en el cuarto de baño de su mansión.
¿Por qué crees que los lectores se han decantado por tu novela?
No tengo ni idea. Hay un componente de azar, otro de marketing, otro de capacidad de empatía con los lectores… Es cierto que tengo un apoyo impagable de ‘amigos’ en las redes sociales, y son ellos los responsables de que hoy esté contestando a estas preguntas. Primero, porque en su día se compraron el libro, y después, porque se lo han leído, les ha gustado y han votado por él.
¿Qué significado tiene este reconocimiento en tu trayectoria de escritor?
Estas cosas son muy difíciles de medir. Las pasiones, los galardones, las carcajadas o las lágrimas de un lector no se cuantifican. No sé qué trascendencia tendrá este premio de cara al exterior. Lo que sí sé es que a mí me ha inflado como un globo. Y que he dormido muy tranquilo este fin de semana.
¿Qué elementos no pueden faltar en una novela lgtb que se precie?
Soy poco partidario de hablar de novelas lgtb. Creo que es poner vallas y obstáculos a un género que no es tal. Yo prefiero referirme a la literatura, mejor o peor, pero literatura. Y que el personaje, la acción o los ambientes tengan referencias homosexuales en algún momento es anecdótico. Aunque también es cierto que este tipo de literatura es un empujón más para la normalización de un colectivo como el nuestro. Eso sí; si nos pasamos de frenada, y escribimos desde el exceso y la reivindicación salvaje, podemos desencadenar el efecto contrario, que no es más que cierto rechazo por parte del público. Hay que encontrar el punto intermedio entre los grises que se camuflan entre el blanco y el negro.
¿Qué piensas de la situación actual de la narrativa gay en España?
No tengo muchos argumentos para responder a esta pregunta. Yo nunca quise hacer una novela gay. Y lo es desde el momento en el que el personaje es homosexual, pero también es una novela de amor, de comedia y tragedia, una especie de esperpento urbano y viajero… Es muchas cosas al mismo tiempo. Y lo que creo, o lo que me han contado por ahí, es que los gays leen muy poco por culpa de Internet, de las redes sociales, de las páginas de contactos... Y supongo que eso hace que las novelas gays tengan que pelear mucho por salir a flote. Por eso se tiende al erotismo o la pornografía radical. Pero tenemos que ser conscientes de una cosa: sería demasiado pretencioso buscar que los lectores se exciten con una novela de sexo duro, cuando eso se encuentra a un solo click de ratón en la web. Es mucho más interesante, en mi opinión, sugerir, insinuar, dejar en el aire algunas situaciones. Esa es la gracia de la literatura: que no hay por qué ser explícito, porque para eso ya hay otros formatos mucho más eficaces. Es genial, por ejemplo, describir el olor del sudor de un amante o el dolor en el pecho de un desengaño. Y eso no lo puede hacer Internet.
¿Tus libros son susceptibles de leerse por el gran público?
Absolutamente. Sobre todo mujeres. A los gays no les queda mucho dinero después del gimnasio, la ropa, los viajes y las copas de las discoteca, que están carísimas. Pero yo les retaría a que lo intentaran: leer no está tan mal.
¿Cómo es la experiencia de escribir sobre uno mismo?
Más fácil, porque son elementos que se conocen bien. En mi caso, además, hay un componente exhibicionista muy fuerte. Me gusta ser el centro de atención, no lo puedo evitar. Y ‘Diario de Martín Lobo’ cumplía todas estas expectativas de exposición pública. Lo más complicado es la promoción: ha sido una salida del armario en toda regla, en la que me he sentido, quizá, demasiado expuesto. Así que ahora ha llegado el momento de entrar en el armario una temporada. Ha sido un proceso demasiado íntimo que, casi sin querer, ha acabado en la palestra del gran público.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Dormir, ganar la lotería, adelgazar (estoy en ello), empezar un proyecto de vida en común con la persona más importante de mi vida (suena hortera, pero es lo que más ilusión me hace del mundo en este momento), soñar despierto, volver a dormir, seguir adelgazando, viajar de vez en cuando… Y, si me queda algo de tiempo, escribir.
1 comentario:
Me ha gustado mucho tus contestacione y no tengas miedo por esa salida del armario, total, dentro de un armario se está muy incómodo. Fue un placer conocerte y espero que algún día nos podamos tomar una copa en un lugar más económico, jejeje. Un fuerte abrazo y felicidades por ese premio. Disfrútalo a tope.
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