Entrevista a Raúl Portero sobre La piel gruesa:
- ¿Qué historia le propones al lector en esta ocasión?
La de Aarón, un chico que está hecho un lío pero que, sin saberlo, ha empezado a desliarse. Durante un fin de semana cualquiera que pasa encerrado en discotecas y bares musicales, descubrirá qué quiere cuando se resuelvan algunos enigmas qué rondan por su cabeza, como si realmente está enamorado de su mejor amigo o de su compañero de piso, o si realmente unos estudios universitarios como los suyos le van a servir para encontrar un trabajo en mejores condiciones.
- ¿Te gustaría tener una piel gruesa?
Claro que sí. Lo que pasa, es que como al personaje, mi piel es delgada por puro cansancio. Para escribir, o mejor dicho, para publicar, es importante tenerla ya que te expones a la opinión de gente que no te conoce y que no va a tener ningún miramiento en insultarte a la primera de cambio si no compartes su punto de vista o de tirar por tierra tu trabajo sólo porque a él no le ha gustado y cree que puede hacerlo mejor. La piel gruesa es necesaria para seguir adelante, contra viento y marea; es muy fácil atacar a la gente que se mueve mientras se está sentado en una butaca, publiquemos o no publiquemos; el simple hecho de decidir y apostar conlleva un montón de críticas furibundas.
- ¿Por qué nos enamoramos de personas que luego nos hacen daño?
Por pura cuestión de lógica: todo aquél que nos hace felices nos hará daño cuando la felicidad se acabe. No es algo sobre lo que nosotros tengamos el control.
- ¿Duele estar enamorado de tu mejor amigo?
Duele estar enamorado de cualquier persona que no te corresponda, sea o no sea tu mejor amigo. En este caso, lo que ocurre es que a muy poca gente se le ocurre declararse a su mejor amigo por miedo a que las cosas cambien a peor, y así quizá dejan la posibilidad de empezar esa relación que tanto queremos –puesto que la otra persona también se calla, y ninguno se dice nada. A veces tendríamos que ser más valientes, y yo el primero.
- ¿Piensas qué un gay tiene que probar a los demás que es mucho más que un marica?
Desde mi punto de vista, la opción sexual de cada uno, siempre y cuando no sea la heterosexual, se convertirá en insulto cuando tus decisiones no sean plato de buen gusto para el conjunto, o cuando cometas un error. Solemos creer que no es así, pero en muchos ámbitos la sexualidad no heterosexual -o pertenecer a minorías étnicas- continúa viéndose como un valor en negativo y bajo sospecha; lo que ocurre es que decirlo en voz alta queda muy mal y estamos en una época en que la hipocresía está al orden del día. Como cuando conduces y gritan: ¡mujer tenía que ser! Pues lo mismo.
- ¿Crees en la bisexualidad?
La bisexualidad no es una cuestión de creencia, es una realidad. Hablamos mucho de homofobia pero muchos de nosotros negamos la existencia de la bisexualidad, que existe como existe todo lo demás. De hecho creo que la bifobia está mucho más extendida que la homofobia: si en algo están de acuerdo muchos heteros y muchos gays es en calificarlos de viciosos, se habla mucho de visibilidad gay, visibilidad lesbiana, ¿pero y de la bisexual? Y no me respondan que ya están representadas por esa cohorte de estúpidas actrices como Lindsay Lohan, seamos serios. ¿Alguien se ha planteado por qué una persona prefiere definirse antes como hetero u homo antes que bisexual, siéndolo?
- ¿Eres de las personas que dicen más de lo que cuentan?
Supongo que sí, si no mis libros tendrían trescientas páginas en lugar de cien. Me gusta analizarlo todo, incluso de manera casi enfermiza, hasta llegar al quid de la cuestión. Y una vez lo he conseguido, me desprendo de todo lo demás. Supongo que eso se refleja bien en la manera que tengo de escribir. Además, aunque en las entrevistas suelte parrafadas enormes, soy un hombre de pocas palabras.
- ¿Tenemos que actuar según lo que se espera de nosotros?
Por supuesto que no, pero muchas veces nos dejamos arrastrar. Y es que son demasiados factores los que nos influyen a tomar una determinada decisión cuando pedimos consejo. Pero los consejos sólo son válidos cuando se reciben de una persona en condiciones iguales a las tuyas, cosa que muy pocas veces ocurre, así que de poco sirven. Lo mejor es actuar guiado por la cabeza, por la nuestra, y no por las cabezas de los demás, que lo único que quiere es que actúes de manera que no les des problemas.
- ¿Poseer un cuerpazo de infarto nos hace más felices?
No lo creo. Puede darte más seguridad en ti mismo, subirte la autoestima, pero no creo que te haga más feliz. Yo empecé a ir al gimnasio porque no estaba contento con mi cuerpo y quería ponerme cachas. Contraté un entrenador personal que me pega una caña tremenda, y ahora noto que muchos tíos se me acercan porque tengo más brazos y más pectoral, pero sé que sólo les gusta esa carcasa; de manera que no me hace más feliz en ese sentido. Me siento más seguro, eso sí. Pero la felicidad no se consigue así.
- ¿Existe el tío perfecto?
Sí, en nuestra cabeza; es el ideal que perseguimos, que ansiamos y que buscamos en otro tío cuando buscamos a alguien. ¿En la vida real? No lo creo, además, si fuera así sería un completo aburrimiento, ¡lo que nos hace interesantes son nuestras imperfecciones, nuestras meteduras de pata, nuestros tics, nuestros errores! Quizá por eso todas las personas que se creen perfectas o mejor que tú son tan aburridas que me parece que llevan mucho tiempo muertas por dentro.
- Completa la frase: Rompe la burbuja para escapar, aunque... te caigas de culo.
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy preparando un par de cosillas, que no son de literatura y ya veremos cómo salen. Pero las estoy realizando con calma. Ahora tengo otras prioridades: quizá acabar mis estudios, echarme novio, viajar y disfrutar mucho más de la compañía de mis amigos.
-¿Has echado en falta alguna pregunta? ¿Qué habrías respondido?
No, porque debido a la naturaleza de este libro, que tiene muchas capas, las entrevistas siempre han sido muy diferentes entre sí y aquí me ha tocado responder preguntas que no me habían hecho antes, y eso se agradece.
- ¿Qué historia le propones al lector en esta ocasión?
La de Aarón, un chico que está hecho un lío pero que, sin saberlo, ha empezado a desliarse. Durante un fin de semana cualquiera que pasa encerrado en discotecas y bares musicales, descubrirá qué quiere cuando se resuelvan algunos enigmas qué rondan por su cabeza, como si realmente está enamorado de su mejor amigo o de su compañero de piso, o si realmente unos estudios universitarios como los suyos le van a servir para encontrar un trabajo en mejores condiciones.
- ¿Te gustaría tener una piel gruesa?
Claro que sí. Lo que pasa, es que como al personaje, mi piel es delgada por puro cansancio. Para escribir, o mejor dicho, para publicar, es importante tenerla ya que te expones a la opinión de gente que no te conoce y que no va a tener ningún miramiento en insultarte a la primera de cambio si no compartes su punto de vista o de tirar por tierra tu trabajo sólo porque a él no le ha gustado y cree que puede hacerlo mejor. La piel gruesa es necesaria para seguir adelante, contra viento y marea; es muy fácil atacar a la gente que se mueve mientras se está sentado en una butaca, publiquemos o no publiquemos; el simple hecho de decidir y apostar conlleva un montón de críticas furibundas.
- ¿Por qué nos enamoramos de personas que luego nos hacen daño?
Por pura cuestión de lógica: todo aquél que nos hace felices nos hará daño cuando la felicidad se acabe. No es algo sobre lo que nosotros tengamos el control.
- ¿Duele estar enamorado de tu mejor amigo?
Duele estar enamorado de cualquier persona que no te corresponda, sea o no sea tu mejor amigo. En este caso, lo que ocurre es que a muy poca gente se le ocurre declararse a su mejor amigo por miedo a que las cosas cambien a peor, y así quizá dejan la posibilidad de empezar esa relación que tanto queremos –puesto que la otra persona también se calla, y ninguno se dice nada. A veces tendríamos que ser más valientes, y yo el primero.
- ¿Piensas qué un gay tiene que probar a los demás que es mucho más que un marica?
Desde mi punto de vista, la opción sexual de cada uno, siempre y cuando no sea la heterosexual, se convertirá en insulto cuando tus decisiones no sean plato de buen gusto para el conjunto, o cuando cometas un error. Solemos creer que no es así, pero en muchos ámbitos la sexualidad no heterosexual -o pertenecer a minorías étnicas- continúa viéndose como un valor en negativo y bajo sospecha; lo que ocurre es que decirlo en voz alta queda muy mal y estamos en una época en que la hipocresía está al orden del día. Como cuando conduces y gritan: ¡mujer tenía que ser! Pues lo mismo.
- ¿Crees en la bisexualidad?
La bisexualidad no es una cuestión de creencia, es una realidad. Hablamos mucho de homofobia pero muchos de nosotros negamos la existencia de la bisexualidad, que existe como existe todo lo demás. De hecho creo que la bifobia está mucho más extendida que la homofobia: si en algo están de acuerdo muchos heteros y muchos gays es en calificarlos de viciosos, se habla mucho de visibilidad gay, visibilidad lesbiana, ¿pero y de la bisexual? Y no me respondan que ya están representadas por esa cohorte de estúpidas actrices como Lindsay Lohan, seamos serios. ¿Alguien se ha planteado por qué una persona prefiere definirse antes como hetero u homo antes que bisexual, siéndolo?
- ¿Eres de las personas que dicen más de lo que cuentan?
Supongo que sí, si no mis libros tendrían trescientas páginas en lugar de cien. Me gusta analizarlo todo, incluso de manera casi enfermiza, hasta llegar al quid de la cuestión. Y una vez lo he conseguido, me desprendo de todo lo demás. Supongo que eso se refleja bien en la manera que tengo de escribir. Además, aunque en las entrevistas suelte parrafadas enormes, soy un hombre de pocas palabras.
- ¿Tenemos que actuar según lo que se espera de nosotros?
Por supuesto que no, pero muchas veces nos dejamos arrastrar. Y es que son demasiados factores los que nos influyen a tomar una determinada decisión cuando pedimos consejo. Pero los consejos sólo son válidos cuando se reciben de una persona en condiciones iguales a las tuyas, cosa que muy pocas veces ocurre, así que de poco sirven. Lo mejor es actuar guiado por la cabeza, por la nuestra, y no por las cabezas de los demás, que lo único que quiere es que actúes de manera que no les des problemas.
- ¿Poseer un cuerpazo de infarto nos hace más felices?
No lo creo. Puede darte más seguridad en ti mismo, subirte la autoestima, pero no creo que te haga más feliz. Yo empecé a ir al gimnasio porque no estaba contento con mi cuerpo y quería ponerme cachas. Contraté un entrenador personal que me pega una caña tremenda, y ahora noto que muchos tíos se me acercan porque tengo más brazos y más pectoral, pero sé que sólo les gusta esa carcasa; de manera que no me hace más feliz en ese sentido. Me siento más seguro, eso sí. Pero la felicidad no se consigue así.
- ¿Existe el tío perfecto?
Sí, en nuestra cabeza; es el ideal que perseguimos, que ansiamos y que buscamos en otro tío cuando buscamos a alguien. ¿En la vida real? No lo creo, además, si fuera así sería un completo aburrimiento, ¡lo que nos hace interesantes son nuestras imperfecciones, nuestras meteduras de pata, nuestros tics, nuestros errores! Quizá por eso todas las personas que se creen perfectas o mejor que tú son tan aburridas que me parece que llevan mucho tiempo muertas por dentro.
- Completa la frase: Rompe la burbuja para escapar, aunque... te caigas de culo.
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy preparando un par de cosillas, que no son de literatura y ya veremos cómo salen. Pero las estoy realizando con calma. Ahora tengo otras prioridades: quizá acabar mis estudios, echarme novio, viajar y disfrutar mucho más de la compañía de mis amigos.
-¿Has echado en falta alguna pregunta? ¿Qué habrías respondido?
No, porque debido a la naturaleza de este libro, que tiene muchas capas, las entrevistas siempre han sido muy diferentes entre sí y aquí me ha tocado responder preguntas que no me habían hecho antes, y eso se agradece.
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