Una mañana radiante, James Frey
Ambientada en Los Angeles, “Una mañana radiante” es una novela escrita a base de escenas en las que se muestra a varios personajes que han llegado a la ciudad con la idea de cumplir sus sueños:
Dylan y Maddie, unos adolescentes que huyen de sus casas, completamente enamorados y que sobreviven gracias a la amabilidad de extraños.
Esperanza, una chica méxico-americana nacida pocos segundos después de que sus padres consiguieran cruzar la frontera estadounidense.
Joe y Beatrice, un viejo alcohólico y una adolescente adicta a la metadona que encuentran un apoyo el uno en el otro en el conjunto de chabolas de Venice Beach.
Amberton Parker, un actor famosísimo y casado que esconde su homosexualidad y que se encapricha de un exjugador de rugby negro…
Decenas de historias de actores frustrados, modelos convertidas en prostitutas de lujo, actrices que consiguen sus sueños, bandas de latinos y afroamericanos, artistas que venden sus obras de arte por cifras astronómicas, músicos convertidos en chóferes que construyen desde dentro la historia de Los Angeles.
Una novela sobre la ciudad de Los Angeles sobre los millones de personas que viven en ella, sobre los motivos que conducen a más de 100.000 personas al año hacia sus barrios, sobre los golpes de suerte que pueden encontrarse en sus avenidas y la terrible miseria que se esconde en sus callejones.
Quédate para siempre, Marta Vázquez
A modo de diario íntimo, la novel autora Marta Vázquez Malleira nos desvela sus inquietudes e impresiones sobre el amor, la amistad, la familia y los sueños, en éste, su íntimo y pasional estreno literario.
La joven asturiana nos narra a través de Dana, su alter ego literario, su particular manera de entender el amor. La protagonista deberá superar sus relaciones anteriores para hacer frente a un nuevo reto en el juego del amor, Carmen. ¿Acaso encontrar el verdadero amor es un sueño? ¿Se convertirá en realidad ese sueño de Marta?
La autora nos ofrece un retrato del ambiente en las ciudades pequeñas y de cómo los adolescentes afrontan sus problemas y aprenden a superarlos. Una novela que podría ser el reflejo de las adolescentes lesbianas que descubren su sexualidad y no tienen ningún temor a vivirla en completa libertad y visibilidad.
Un libro cargado de emoción y de vivencias personales, reales o imaginadas, que pone de manifiesto las preocupaciones de los adolescentes.
Niña errante, Gabriela Mistral
La correspondencia entre la poeta chilena y la neoyorquina Doris Dana iniciada en 1948, es recopilada en el libro “Niña errante”.
Las cartas cuentan una intensa historia de amor entre la Premio Nobel y una joven 31 años más que ella, quien se convertiría en su viuda literaria.
Tras permanecer medio siglo en Estados Unidos, los papeles de la primera Premio Nobel de América Latina comienzan a develar sus secretos. Tras la muerte de Doris Dana, última compañera y heredera de la poeta chilena, los documentos fueron donados a la Biblioteca Nacional de Chile hace dos años. “Niña errante” nos presenta la correspondencia que ambas mantuvieron durante su relación de casi una década. Y se anuncia más: pronto seguirá un volumen de cartas entre Mistral y su compañera mexicana: la profesora y diplomática Palma Guillén. Las cartas constituían el eslabón perdido para las investigadoras que han intentado reconstruir la vida de la poeta, educadora y diplomática chilena.
La relación entre Mistral y Doris Dana se inicia por vía escrita en 1948. Es la joven estadounidense —que en ese entonces tenía 28 años— quien se acerca a la poeta tres décadas mayor que ella y ya consagrada con el Premio Nobel. Le escribe a su residencia en Santa Bárbara, California. La excusa es la publicación de un volumen en torno a Thomas Mann que incluye una traducción hecha por Dana de un texto de la poeta chilena. El tono es de respeto, casi de veneración:
Mi querida Maestra:
Me he tomado la libertad de mandarle, a nombre de la New Directions Press, el ejemplar destinado para usted de “The Stature of Thomas Mann”.
De haber sido posible hubiera preferido, desde luego, gozar del privilegio de poner este libro personalmente en sus propias manos.
En una época acribillada de comercialismo, un volumen como éste es digno de tal gracia y dignidad.
Le escribo esta carta para expresarle, dentro de sus límites, la profunda gratitud que siento por el alto privilegio de haber traducido al inglés su ensayo poderoso y fuerte, “El otro desastre alemán”
Dana, joven guapa y delgada, a quien comparaban con Katharine Hepburn, provenía de una familia aristocrática. Su bisabuelo había sido editor de un diario financiero y erigió la fortuna familiar. Se declaraba tímida, pero a la luz de sus cartas no parece serlo. Ella es quien toma la iniciativa y no escatima esfuerzos para conocer a su “maestra”. Le ofrece hacer de contacto para presentarle a Mann y hasta llevarla en su automóvil a México, donde la poeta tenía compromisos que cumplir. Las cartas van cambiando. A los pocos meses, Dana le escribe: “pienso mucho en ud, en lo grande y tierna que es”...
El volumen sólo incluye una veintena de cartas escritas por Doris Dana y más de doscientas de Mistral. Ambas hablan de una atracción a primera vista. A lo largo de la correspondencia se va configurando una relación apasionada, capaz por momentos de obsesionar a la poeta.
A menos de un año de iniciada la correspondencia, Mistral la trata de “amor”, identificándose a ratos a sí misma con el género masculino. A ratos desesperada por la conducta evasiva de Dana, quien solía irse por largas temporadas a Nueva York, ciudad en la que estaba radicada, a veces sin dejar dirección ni dar noticia.
Mi Marruecos, Abdelá Taia
En esta novela Abdelá Taia nos presenta una cierta realidad social y cultural marroquí, desprovista de todo tinte pintoresco y que se halla no obstante anclada en el paisaje magrebí. Un paisaje urbano en un mundo casi tural.
Abdelá es hijo de la ciudad, de la ciudad mestiza. Pero en esa ciudad, tocada por la modernidad, minada por la pobreza, atravesada por corrientes diversas, perviven numerosos misterios marroquíes: los brujos, el hammam, la baraka, la ziara. Los cuerpos, las influencias secretos, el destino, la suerte, los adivinos y los santos. Abdelá observa, desde París, ese mundo que lo rodeaba de niño, con el mismo amor, y trata de reencontrarse con una tierra que sus sentimientos más profundos nunca abandonaron.
Coeducando para una ciudadanía en igualdad, Madeleine Arnot
La rapidez de los cambios que vivimos se refleja en este nuevo libro de Madeleine Arnot, pensado desde la problemática que nos va desvelando el siglo XXI, que la ha llevado a un doble salto conceptual: nuestro ámbito de referencia ya no es el Estado, cada Estado nacional, sino el mundo, inmerso en el proceso de globalización. Así, el horizonte cambia y se amplia de pronto, y hay que repensarlo todo, porque nuestro escenario es ya otro. Y al mismo tiempo, la educación ya no es el bagaje que debe permitir a las generaciones jóvenes insertarse en el mercado de trabajo o adquirir los instrumentos básicos para vivir en un contexto inmediato. La educación, o al menos una parte de ella, debe transformarse en educación para una ciudadanía global. En un instrumento capaz de dar a la gente joven las referencias necesarias para convivir en un mundo amplio y diverso, de una diversidad yuxtapuesta y simultánea, y marcado a la vez por la afirmación de la igualdad de derechos y por la realidad de las desigualdades, las diferencias, los prejuicios, las jerarquías.
Siguiendo en muchos momentos los sutilísimos conceptos de Basil Bernstein, Arnot se adentra en el análisis de la construcción de unas personalidades masculinas y femeninas aún fuertemente dependientes de las posiciones de clase y de género, aún alejadas, en este momento, de las capacidades que exigirá la construcción de una ciudadanía global que ella ve, sobre todo, como una nueva ética global.
Madeleine Arnot, una vez más, se sitúa un paso más allá de los debates del momento para describir con gran exactitud el paisaje que está a la vuelta de la esquina y apuntar, al mismo tiempo, la posibilidad de unas soluciones basadas en la extraordinaria riqueza de una cultura tradicional femenina aún medio escondida entre los andrajos de Cenicienta, y que, sin la intervención de un hada madrina que actúe bajo la forma de un movimiento potente de mujeres, parece imposible que nadie la invite a la fiesta de la globalización.
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