El secreto del placer del azote es el tema fundamental de esta sorprendente novela, que está ambientada en la Salamanca universitaria de hace una década, en la que de la mano de sus protagonistas viviremos un sinfín de vivencías y escarceos al sado.
Víctor es estudiante de Derecho y pronto beberá los vientos de Manolo, estudiante de Medicina,; por el que adoptará una relación amo-esclavo. Manolo será el encargado de darle placer a Víctor azotándole con los objetos y las maneras más insospechadas, a su vez, el primero mantendrá su posición de macho dominante sobre el segundo a la vista de sus compañeros de piso, quienes no se atreverán a mediar en la relación.
Por otra parte, de forma paralela Bartolo nos mostrará los secretos del masaje en las carnes de su amiga Marcelle, quien irá cambiando su opinión sobre los azotes a medida que avanza el relato. Doña Filo y don Simón son otros personajes que incrementan las dosis de humor a la novela y que serán participes de las correrías de los jóvenes universitarios.
"Mira nene. Lo que yo quiero es que seas un hombre y no un marica vergonzante. Como no me hagas caso, quédate tranquilo, que no te despacharé, como dices tú, te hincho a hostias. ¿Enterado?"
Puntuación: El autor nos muestra a través de los cuatro signos de la inflamación de Celso (Rubor, Tumor, Calor, Dolor), que lo doloroso puede llegar a ser placentero.
Observaciones: Odisea, 1999.
Sinopsis: El autor presenta en este relato un repertorio de azotes capaz de satisfacer al más exigente de los aficionados al spanking. Las nalgas inflamadas calientan todas sus páginas y excitarán la fantasía de quien las lea. La obra, heredera de la novela picaresca estudiantil, transcurre en un ambiente universitario actual, como una nueva y erótica Casa de la Troya salmantina. Personajes entrañables, como doña Filo; esperpénticos, como don Simón; perrunos, como Bruna; son la guarnición que acompaña al plato fuerte de los protagonistas, algunos de los cuales justifica el título del libro en la ardiente piel de esclavo de sus posaderas.
Víctor es estudiante de Derecho y pronto beberá los vientos de Manolo, estudiante de Medicina,; por el que adoptará una relación amo-esclavo. Manolo será el encargado de darle placer a Víctor azotándole con los objetos y las maneras más insospechadas, a su vez, el primero mantendrá su posición de macho dominante sobre el segundo a la vista de sus compañeros de piso, quienes no se atreverán a mediar en la relación.
Por otra parte, de forma paralela Bartolo nos mostrará los secretos del masaje en las carnes de su amiga Marcelle, quien irá cambiando su opinión sobre los azotes a medida que avanza el relato. Doña Filo y don Simón son otros personajes que incrementan las dosis de humor a la novela y que serán participes de las correrías de los jóvenes universitarios.
"Mira nene. Lo que yo quiero es que seas un hombre y no un marica vergonzante. Como no me hagas caso, quédate tranquilo, que no te despacharé, como dices tú, te hincho a hostias. ¿Enterado?"
Puntuación: El autor nos muestra a través de los cuatro signos de la inflamación de Celso (Rubor, Tumor, Calor, Dolor), que lo doloroso puede llegar a ser placentero.
Observaciones: Odisea, 1999.
Sinopsis: El autor presenta en este relato un repertorio de azotes capaz de satisfacer al más exigente de los aficionados al spanking. Las nalgas inflamadas calientan todas sus páginas y excitarán la fantasía de quien las lea. La obra, heredera de la novela picaresca estudiantil, transcurre en un ambiente universitario actual, como una nueva y erótica Casa de la Troya salmantina. Personajes entrañables, como doña Filo; esperpénticos, como don Simón; perrunos, como Bruna; son la guarnición que acompaña al plato fuerte de los protagonistas, algunos de los cuales justifica el título del libro en la ardiente piel de esclavo de sus posaderas.
2 comentarios:
las relaciones amo-. esclavo entre jovenes es una maravilla, temngpo 20 años y acepte la esclvitud sexual de un chico compañero de universisdad muy lindo, el abusa de su poder pero acepto conplacer las humillaciones, castigos y serviduimbre
nunca crei llegr a ser esclavo, pero el hijo de mi patron un esplendido mozalbete de l9 años vicioso al cuero y rock duro, una gtarde me emborracho y me llevo a su casa donde me sometio a duros castigos, sezo con diciplina y me gusto tanto que sigo arrodillado a sus pies, chupandole la pironga y rfecibiendo azotes moderados.
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