Y de repente fue ayer, Boris Izaguirre
Y de repente fue ayer es la historia de dos amigos, Óvalo y Efraín, que verán cómo un huracán une sus destinos y les lleva a transitar por Cuba, país que con el tiempo aprenderán a dominar usando muy diversos métodos. El carismático Óvalo lo logrará mediante la revolución política. El desgarbado Efraín se encargará de llevar a cabo una revolución, tal vez, más poderosa: la creación de un nuevo género, la telenovela. Y aunque Aurora no es la única mujer que les une, su enigmática presencia marcará una constante en la vida de los dos hombres.
Una vez más, Boris Izaguirre describe con maestría una historia de amor deslumbrante donde la realidad juega el papel del desengaño.
Una vez más, Boris Izaguirre describe con maestría una historia de amor deslumbrante donde la realidad juega el papel del desengaño.
Amor inconfesable, José Mantero
Amor inconfesable es una novela con claros tintes autobiográficos que un joven, ilusionado y enamorado sacerdote José Mantero escribió durante las tardes de siesta como un verdadero acto de liberación. En el Madrid de mediados de los noventa, dos seres se descubren y furtivamente se enamoran. El verdadero amor, la auténtica devoción y la ferviente fe envuelven a los dos enamorados, pero algo se interpone entre ellos, ¿son los ojos de Dios o los de su Santa Madre Iglesia?
Miguel Bueno es el atractivo secretario-canciller del Arzobispado de Madrid. Fumador empedernido es el perfecto sacerdote de profunda fe hasta que se cruza en su vida David Alvás, hermano mayor de la congregación Pax et Bonum. La pasión se desborda en cada uno de los encuentros que mantienen los dos religiosos y ambos deben decantarse entre el amor humano y divino.
José Mantero escribió Amor inconfesable siendo aún sacerdote. Tiempo después conviene desempolvar sentimientos y rescatar de aquel cajón olvidado este relato que el propio Mantero califica como su primer grito de rebeldía en una Iglesia cada vez más anquilosada y enquistada en el pasado.
Aunque no se trate de una novela autobiográfica, los personajes existen y sus vivencias son auténticas. Al igual que real es la pregunta que el ex sacerdote intenta resolver en Amor inconfesable: ¿Existe realmente el amor eterno?¿El amor eterno es terrenal o divino? De forma extremadamente sincera y con el corazón abierto, José Mantero nos muestra su punto de vista respecto a esta perenne pregunta que todos nos hemos formulado alguna vez.
Miguel Bueno es el atractivo secretario-canciller del Arzobispado de Madrid. Fumador empedernido es el perfecto sacerdote de profunda fe hasta que se cruza en su vida David Alvás, hermano mayor de la congregación Pax et Bonum. La pasión se desborda en cada uno de los encuentros que mantienen los dos religiosos y ambos deben decantarse entre el amor humano y divino.
José Mantero escribió Amor inconfesable siendo aún sacerdote. Tiempo después conviene desempolvar sentimientos y rescatar de aquel cajón olvidado este relato que el propio Mantero califica como su primer grito de rebeldía en una Iglesia cada vez más anquilosada y enquistada en el pasado.
Aunque no se trate de una novela autobiográfica, los personajes existen y sus vivencias son auténticas. Al igual que real es la pregunta que el ex sacerdote intenta resolver en Amor inconfesable: ¿Existe realmente el amor eterno?¿El amor eterno es terrenal o divino? De forma extremadamente sincera y con el corazón abierto, José Mantero nos muestra su punto de vista respecto a esta perenne pregunta que todos nos hemos formulado alguna vez.
La luz que más me llama, Beatriz Gimeno
La luz que más me llama sea, probablemente el deseo. El deseo de una mujer por otras mujeres. El deseo y su correlato, el amor y, por tanto también, el desamor y el agotamiento de ese mismo deseo. Se trata de una poesía estilísticamente sencilla, clásica en su concepción, muy atenta a la musicalidad del verso y la palabra.
Una poesía que en ninguno de sus versos se aleja de la pasión.
Pasión erótica y amorosa, sí, pero que, una vez abordada la intimidad del alma, se encuentra con las otras pasiones humanas inevitables en toda sensibilidad. El miedo, la soledad, el sentimiento trágico de la vida, el paso del tiempo. No hay en este poemario una sola línea que no refleje dolor. El sentimiento que tiene el lector, al leer estos versos es de angustia, de que no hay resquicio para la alegría y, sin embargo, a pesar de todo, se siente la fuerza de la vida.
Es hora de que existiera una poesía que se dirija claramente al amor entre mujeres, sin tapujos, sin disimulos, sin extrañeza, sin hacerse a sí misma preguntas más allá de las preguntas que se hace cualquiera que ame y que desee.
Una poesía que en ninguno de sus versos se aleja de la pasión.
Pasión erótica y amorosa, sí, pero que, una vez abordada la intimidad del alma, se encuentra con las otras pasiones humanas inevitables en toda sensibilidad. El miedo, la soledad, el sentimiento trágico de la vida, el paso del tiempo. No hay en este poemario una sola línea que no refleje dolor. El sentimiento que tiene el lector, al leer estos versos es de angustia, de que no hay resquicio para la alegría y, sin embargo, a pesar de todo, se siente la fuerza de la vida.
Es hora de que existiera una poesía que se dirija claramente al amor entre mujeres, sin tapujos, sin disimulos, sin extrañeza, sin hacerse a sí misma preguntas más allá de las preguntas que se hace cualquiera que ame y que desee.
Los extravíos de Tony, Álvaro Retana
Álvaro Retana fue uno de los personajes que pululaban por aquel Madrid de los ‘felices años veinte’. El Madrid del cabaré y del cuplé, el Madrid galante y decadente que retrató con maestría a través de su prosa ambigua, frívola y divertida.
Sus exitosas novelas ruborizaron a la sociedad de la época presentando por primera vez en España la escasa, pero existente vida rosa de principios de siglo XX. Insinuante, descarado y decadente, Retana fue uno de los escritores más completos de su tiempo llenando él solo un importante capítulo de nuestra literatura. Sólo en una colección, La Novela de Hoy, publicó pequeños tesoros en forma de novelas cortas en los que aborda temas tan diversos como el ambiente ínfimo de los cabarés, la aristocrática vida rosa y donde realiza sus primeros devaneos con la novela erótica de origen francés.
Desenfadado e irónico, Retana nos presenta en Los extravíos de Tony (1919) el despertar sexual del estudiante Antonio Fontanar que pronto destacará entre la variopinta fauna del colegio Aristocrático siendo admirado y seducido por compañeros y profesores y embaucado por mujeres que le descubrirán los placeres del sexo.
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