viernes, 10 de abril de 2009

Relatos Extraviados: Luis y Antonio

Comenzamos con una nueva sección: Relatos Extraviados. Historias frescas, de temática variada, breves pero a la vez profundos y sobre todo, ¡os queremos animar a leer!

Y como no podía ser menos la inauguramos con un relato de Ayufélix, creador de La Historia del Conde Crápula, entre otros relatos. ¡Qué lo disfrutéis!


LUIS Y ANTONIO

Tras el sabor agridulce de los exámenes de febrero, tocaba pues, el debatir con los compañeros de piso qué hacer para las vacaciones de semana santa. Mi temor, no era tanto el ponerse de acuerdo, que el estar a solas con Antonio. Desde que compartimos piso, me siento más y más atraído por él, y no me gustaría que nuestra amistad se deteriorase por esta atracción.

-Sara, ¿Qué piensas hacer para esta semana santa?

- Lo más probable es que me vaya con Rocío a Sierra Nevada, ha pillado una oferta muy buena por internet y me hace ilusión esquiar. Además nuestra relación está algo floja y necesitamos estar juntas, siempre trabajando y sólo nos vemos los fines de semana, yo creo que nos vendrá bien pasar una semana juntas, ¡si hasta hemos alquilado un coche! Está muy ilusionada y eso me da tranquilidad. ¿Y tú que vas a hacer Antonio?

- Este año no iré al pueblo de mis padres, estoy harto. Les he dicho que he suspendido derecho internacional y que quiero tomarme las cosas más en serio. Y creo que sospechan algo, mi abuela no para de preguntarme por qué no me hecho novia. Mi casa parece una trinchera y paso. Tal vez me quede por aquí y vaya a alguna sauna a pescar algo que llevo mucho tiempo sin mojar y voy a reventar.

Me daba tanto coraje que Antonio dijera esas cosas, ¿es que no se da cuenta de lo que siento por él? Aunque no me extraña que diga esas cosas, está rematadamente bueno. Si él supiera la de pajas que le he dedicado…

-Luis no dices nada, ¿en qué piensas?

Sara no era tonta, sabía que me molaba Antonio, aunque yo nunca le había dicho nada.

-No nada, estoy pensando en que tengo que hacer el trabajo de paleografía y que el lunes he quedado con mi madre para ver a la virgen de la flor libada.

-¡Anda ya Luis!, no me digas que eres una maribeata de esa, jajajaja, lo de empollón se entiende, pero esto…

-Deja ya de reírte de Luis. ¿Por qué no te lo llevas de marcha?, a ver si así lo espabilamos un poco y quién sabe, tal vez ligue.

- No me apetece Sara, muchas gracias, me quedaré leyendo algún libro o viendo alguna película.

-No Luis, tú no te libras de mi, que para una semana santa que no subo al pueblo… Te vienes conmigo a la sauna, y no aceptaré una negativa.

La conversación se detuvo ahí, ya que rocío había llamado al timbre para recoger a su novia. Tras los saludos pertinentes y picotear algo mientras veíamos un programa de cotilleos; la casa se quedó sólo con la presencia de Antonio y mía.

-Bueno Luis, prepárate que nos vamos a la sauna.

-¡Pero ahora!, ¿no es mejor esperar al fin de semana?

Yo no quería ir a la sauna, tenía miedo a que el conociese a otro chulo playas como él y acabasen comiéndosela mutuamente en alguna esquina. Sólo me conformaba con estar conversando con él, o viendo una peli juntos. Definitivamente la vida es injusta… y no me refiero a la crisis, al Tíbet o al calentamiento global. Me refiero a que tengo veintiún años y soy virgen, mientras Antonio es un año más joven que yo y se ha follado a media España.

-¿Necesito bañador Antonio?

No terminé de articular la frase cuando Antonio me había metido ya la lengua en la boca, casi me ahogo, pero que ahogamiento más dulce. Sentí lo mismo que aquella vez que me regalaron aquella caja de Legos por mi octavo cumpleaños.

-¿Crees que no sé lo que te pasa Luis? Sé que te gusto, y tú me das morbo con esas gafitas.

- Pero somos compañeros de piso, no quiero perder tu amistad.

-¡Calla y méteme cuello!

Aquella tarde perdí la virginidad por tres veces. No conocía esa faceta de Antonio, y la verdad que quedé muy complacido. No fuimos a ninguna sauna, porque nos pasamos toda la semana enganchados como perros en su habitación. Sin duda alguna, éste era el punto de inflexión que necesitaba mi vida.

Ayufélix

Estimados amigos, vayáis a la playa, vayáis al campo, vayáis a ver a la virgen de la flor libada, o simplemente os paséis toda la semana enganchados como perros. Quisiera desearos la mayor felicidad para estas vacaciones.

Besos y love and donuts.

Ayufélix (Félix Perea)


No hay comentarios: